Dos veces presidente de Brasil (entre 1995 y 2003), Fernando Henrique Cardoso es una figura política clave para entender ese país que hoy ha adquirido un lugar destacado a nivel mundial.
Intelectual, antes que político, Cardoso se hizo conocido entre los círculos de izquierda durante los años sesenta por su obra "Dependencia y Desarrollo en América Latina". En aquel libro, escrito junto a Enzo Faletto, el sociólogo planteaba que existía una relación de dependencia de los países periféricos frente a las economías centrales y proponía una agenda para revertirla.Aquella obra no sólo le dio fama universal, también lo convirtió en un referente para la izquierda latinoamericana. Sus viejas posiciones cambiaron con el paso de la academia a las altas esferas del poder. En 1995 Cardoso fue electo presidente de Brasil luego de una exitosa gestión como ministro de Hacienda. Se abocó entonces a la tarea de emprender una apertura gradual, un programa de ajuste estructural y la más numerosa serie de privatizaciones que conozca la historia de ese país. A los pocos días de asumir, y al ser cuestionado por la congruencia de su programa “neoliberal” frente a sus viejas ideas desarrollistas, declaró a un periodista: “olviden todo lo que escribí”. Aunque a la fecha niega haber hecho esa afirmación, las inconsistencias entre el intelectual y el político han sido señaladas por más de uno.Cardoso y Lula han tenido una historia de encuentros y desencuentros políticos, pero también de envidias personales. A finales de los ochenta discutieron formar juntos un partido político de izquierda. Con el tiempo sus caminos se separaron. Mientras Lula se abocó a la formación de una organización más radical, el PT, Cardoso creó unos años después una organización más moderada, y abiertamente socialdemócrata: el PSDB. En esta entrevista ofrecida durante una visita a la Universidad de Cornell (Nueva York), el ex presidente habla de los éxitos de Brasil y reclama un lugar en la historia. Por momentos, el gran profesor, brillante y acucioso, domina al político y hasta cierto punto lo ciega (...)
Intelectual, antes que político, Cardoso se hizo conocido entre los círculos de izquierda durante los años sesenta por su obra "Dependencia y Desarrollo en América Latina". En aquel libro, escrito junto a Enzo Faletto, el sociólogo planteaba que existía una relación de dependencia de los países periféricos frente a las economías centrales y proponía una agenda para revertirla.Aquella obra no sólo le dio fama universal, también lo convirtió en un referente para la izquierda latinoamericana. Sus viejas posiciones cambiaron con el paso de la academia a las altas esferas del poder. En 1995 Cardoso fue electo presidente de Brasil luego de una exitosa gestión como ministro de Hacienda. Se abocó entonces a la tarea de emprender una apertura gradual, un programa de ajuste estructural y la más numerosa serie de privatizaciones que conozca la historia de ese país. A los pocos días de asumir, y al ser cuestionado por la congruencia de su programa “neoliberal” frente a sus viejas ideas desarrollistas, declaró a un periodista: “olviden todo lo que escribí”. Aunque a la fecha niega haber hecho esa afirmación, las inconsistencias entre el intelectual y el político han sido señaladas por más de uno.Cardoso y Lula han tenido una historia de encuentros y desencuentros políticos, pero también de envidias personales. A finales de los ochenta discutieron formar juntos un partido político de izquierda. Con el tiempo sus caminos se separaron. Mientras Lula se abocó a la formación de una organización más radical, el PT, Cardoso creó unos años después una organización más moderada, y abiertamente socialdemócrata: el PSDB. En esta entrevista ofrecida durante una visita a la Universidad de Cornell (Nueva York), el ex presidente habla de los éxitos de Brasil y reclama un lugar en la historia. Por momentos, el gran profesor, brillante y acucioso, domina al político y hasta cierto punto lo ciega (...)
Puede leer la entrevista completa en: http://laizquierdaenmexico.blogspot.com/2010/07/los-exitos-de-brasil-tambien-son-mi.html
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