jeudi 15 octobre 2009

Diez años de asociación estratégica ALC-UE

Gonzalo Arenas Valverde
Presidente de Celare

Las relaciones institucionalizadas al más alto nivel político entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea cumplen 10 años. Desde la primera cumbre birregional de Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Río de Janeiro en junio de 1999, hemos sido testigos de cinco cumbres trascendentes y la institucionalización de las relaciones birregional a múltiples niveles: la
sociedad civil, los altos funcionarios, los ministros de diferentes ramos y los líderes políticos conforman un cuerpo de diálogo político entre América Latina, el Caribe y la Unión Europea sin precedentes en las relaciones internacionales.

El grado avanzado de los canales de comunicación entre ambas regiones responde al aumento y la diversificación de los desafíos comunes. Temas como energía, medio ambiente, migración, el tráfico de drogas, gobernabilidad y la cohesión social son transnacionales y tienen consecuencias directas en todos los Estados. Es por ello que el espacio eurolatinoamericano, compuesto
por 60 Estados, es decir, un tercio del sistema internacional, contiene un fuerte potencial para imponer estos desafíos comunes en la agenda global y lograr acuerdos globales en los foros multilaterales.

Evaluando el desarrollo de las relaciones birregionales en los pasados 10 años podemos detectar claros avances, así como una serie de deficiencias u obstáculos a superar. La celebración de cinco cumbres birregionales con una alta capacidad de convocatoria han creado un mecanismo de intercambio estable que funciona como el impulsor para todos los diálogos subregionales, bilaterales y sectoriales que tienen lugar simultáneamente. Asimismo, en los pasados 10 años se han firmado novedosos Acuerdos de Asociación entre la Unión Europea y México y Chile, respectivamente, las negociaciones para el primer acuerdo interregional entre la UE y Centroamérica se encuentran en su recta final, y Colombia y Perú han dado pasos decisivos para crear estructuras de libre comercio con la Unión Europea.

Los obstáculos a superar se centran en la dificultad de lograr avances concretos, traducidos en programas y proyectos de cooperación, como resultado del diálogo birregional y que arroja críticas habituales a la “diplomacia de cumbres”. Sin embargo, a nivel bilateral, la Unión Europea es el primer donante de fondos de cooperación en la región latinoamericana y caribeña.

Por otro lado, la diversidad de los foros de diálogo requieren un mecanismo institucionalizado que haga un seguimiento continuo en el periodo entre cumbres, por ejemplo en forma de una Secretaría General, y cuyo establecimiento se anunció en la pasada Cumbre de Lima.

El futuro de las relaciones ALC-UE se orientan hacia una agenda centrada en los desafíos y posibilidad de sinergia comunes, donde el espacio eurolatinoamericano pueda desplegarse en todo su potencial. La Cumbre de Madrid, a celebrarse en mayo de 2010, pondrá acento en innovación y tecnología, que es un campo casi inexplorado y con una potencialidad de intercambio importante. En este mismo sentido, está todavía por verse cómo se configurarán las Asociaciones Estratégicas con potencias latinoamericanas, Brasil y México.

CELARE ha realizado un seguimiento único de los 10 años transcurridos desde la primera cumbre ALC-UE de Río. Como centro especializado en las relaciones birregionales, CELARE ha participado en todas las cumbres birregionales, lo que le ha permitido dar cuenta de los logros e hitos del diálogo eurolatinoamericano y caribeño con un claro objetivo de acercar ambas
regiones y de esta forma promover la integración regional y birregional. Con esta entrega de la revista Eurolat, centrada en la evaluación de la década transcurrida, queremos también rendir homenaje a este espacio birregional construido con el esfuerzo conjunto.

Enlace: Revista Eurolat: http://www.celare.org/index.php?option=com_remository&Itemid=92&func=fileinfo&id=365