El primer año de la administración de Obama ha demostrado hasta qué punto es difícil es mejorar la calidad de las relaciones US-America latina y desarrollar lazos regionales más productivos. Discutiblemente, ningún acontecimiento desde la elección de John F. Kennedy en 1960 fue acogido con mas satisfacción en América Latina o creado mayores expectativas para mejorar los lazos de la región con Estados Unidos que la victoria electoral de Barack Obama en noviembre de 2008.