mardi 2 juin 2009

Latam: de la Guerrilla al Palacio Presidencial



Mauricio Funes, nuevo presidente de El Salvador

por Rogelio Núñez
(Infolatam. San Salvador, 2 de junio de 2009)

La toma de posesión de Mauricio Funes como presidente de El Salvador pone de manifiesto un fenómeno que está teniendo lugar en América Latina en esta primera década del siglo XXI: las viejas guerrillas de los 70 reconvertidas en partidos políticos en los 90, están alcanzando el poder a través de las urnas.

Mauricio Funes no fue guerrillero durante la guerra civil que asoló El Salvador entre 1980 y 1992 pero con su llegada al poder también lo hacen numerosos excomandantes guerrilleros del FMLN, entre los que destaca Salvador Sánchez Cerén, el nuevo vicepresidente de la República.

El sandinismo en Nicaragua

El primer caso de esta llegada de las exguerrillas al poder también se produjo en Centroamérica: fue el de Daniel Ortega en Nicaragua quien en 2006 ganó las elecciones y recuperó un poder que perdió en 1990. Ortega, uno de los comandantes sandinistas en los años 70 que encabezó el derrocamiento de la dictadura de la dinastía de los Somoza, se convirtió en el hombre fuerte de la revolución sandinista en los 80. Su gobierno autoritario y la guerra civil condujeron al país al desastre económico y a unas elecciones democráticas en las que el sandinismo perdió el poder.

Tras las presidencias de los líderes liberales (Violeta Chamorro, Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños), la división del liberalismo condujo al triunfo de Ortega quien se ha acercado a Hugo Chávez y el resto de líderes del ALBA y que ahora persigue reformar la constitución para reelegirse.

García Linera, ideólogo y revolucionario



Otro caso de guerrillero que alcanza el poder por las urnas es el de Álvaro García Linera en Bolivia. El actual vicepresidente de Bolivia y mano derecha de Evo Morales en los años 80 estuvo vinculado al Ejército Guerrillero Tupaj Katari, formando parte de su estructura de mando. Fue el ideólogo de este movimiento y permaneció detenido desde 1992 a 1997.

También exguerrilleros han escalado posiciones en otro país como Guatemala donde la seguridad del presidente Álvaro Colom, depende en gran medida de un grupo de antiguos combatientes de la guerrilla izquierdista, los ex integrantes de las desaparecidas Fuerzas Armadas Rebeldes, una de las cuatro facciones que integraron la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca.

Dilma Rousseff y Bachelet, torturadas


En el futuro cercano podrían producirse otros dos caso. En Brasil, Dilma Rousseff, la candidata presidencial que apoya Lula es una antigua guerrillera de los años 70. Roussef formó parte de la Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares y estuvo presa durante tres años, de 1970 a 1973, y sufrió torturas. Con la llegada de Lula varios exguerrilleros formaron parte del gobierno como José Dirceu, su antecesor o el actual portavoz del gobierno, Franklin Martins.

Al igual que Rousseff, Michelle Bachelet, que no militó en ninguna guerrilla, sí fue opositora a la dictadura de Augusto Pinochet. Sufrió torturas cuando estuvo detenida en las cárceles del régimen: "Soy una sobreviviente de Villa Grimaldi (centro de detención de la dictadura en Santiago). Me amenazaban con matar a mi mamá y a ella con matarme a mí...nada al lado de lo que sufrieron otros".

En Uruguay, quien más posibilidades tiene de ganar las elecciones presidenciales es el Frente Amplio y su posible candidato es José Pepe Mujica, quien fuera uno de los líderes del grupo guerrillero urbano de los "Tupamaros" y ministro de Agricultura con Tabaré Vázquez.

En Colombia nadie ha llegado hasta el Palacio Presidencial pero sí a gobierno locales, siendo el caso de Antonio Navarro Wolff el más destacado: el actual gobernador del estado de Nariño por el izquierdista Polo Democrático fue uno de los líderes de la guerrilla urbana del M-19.