mercredi 1 juin 2011

Opinión

De hospederos a carceleros

por Yoani Sánchez

Tenía ocho meses de embarazo cuando conocí a dos vascos radicados en Cuba, Rosa y Carlos, o al menos así decían llamarse por aquel entonces. Nos invitaron a su casona de Miramar para una fiesta con música trovadoresca y chorizos. Brindaban de unas fuentes con jamón serrano y frutos secos que sólo conocíamos por las películas. Pero ni los aromas ni los sabores lograban disiparnos la dudas que nos surgían al observarlos ¿Cómo habían logrado aquellas personas vivir en tal lugar, con un auto de matrícula privada y una despensa tan bien provista? ¿Qué habían hecho para acceder a privilegios impensables para nacionales?

Mi hijo nació un mes después, el jamón serrano no volvió a aparecer por largos años en mi vida y luego de una década me topé con Carlos en la calle. Lo llamé por su nombre y no respondió. Se metió a toda velocidad en un auto y se perdió en el bullicio de la avenida Reina. De Rosa, supe que se había mudado y se presentaba como Daniela. Su nueva fachada era de distribuidora de paquetes turísticos. Pero como en esta Habana las historias vuelan, los chismes corren y los secretos circulan, me enteré que eran etarras buscados por la justicia española y su mansión fungía como “la casa de visita” que les habían asignado. Ninguno de los dos podía regresar –con su identidad real– a la Península.

Sin embargo, el refugio mimado se les terminó. Hoy, sus hospederos se les han convertido en carceleros. El mismo gobierno que un día los acogió y les proveyó de recursos, se niega desde hace meses a falsicarles nuevos pasaportes para viajar a Francia u otro lugar. No sé bajo cuál nuevo nombre están ahora Rosa y Carlos, dónde viven, cuántos de sus anteriores privilegios habrán perdido ya. Imagino, eso sí, que han terminado recluidos en esta Isla, desconfiando de cuantos les rodean, blasfemando de aquellos compañeros de ruta que les dieron cobijo, de esos “generosos” protectores de antaño que terminaron por encerrarlos aquí.

Publicado en Generación Y, 24/05/2011