Por Escenarios Alternativos
Las razones electoralistas del gobierno para el adelantamiento de las elecciones. La discordia que introduce el Fondo Federal Solidario. Un Poder Legislativo que renace y se vigorizará a partir de la próxima elección. Los dilemas de la oposición. Hace pocas semanas, el boxeador santacruceño Jorge “Roña” Castro le regaló a la presidente Cristina Fernández su cinturón de campeón mundial de los pesos medianos de la WBA y a Néstor Kirchner un par de guantes, tal vez aquellos que utilizó en la memorable pelea contra el campeón de la WBO John David Jackson. Inspirado en ese combate el propio Néstor ensayó su propia “mano de dios”, aunque en forma de uno-dos. Contra las cuerdas de una situación difícil el gobierno aplicó el adelantamiento de las elecciones y la creación de un nebuloso Fondo Federal Solidario.
Con respecto a la primera medida resulta evidente que octubre presagiaba una derrota segura del oficialismo. El panorama de junio permitiría evitar la diáspora de los peronistas que sienten que el Frente Para la Victoria amenaza en convertirse en el Frente Para la Derrota, un refugio que hace agua y que conviene abandonar a tiempo, aunque todavía los guarece. Además, los plazos para la oposición se acortan, achicando los márgenes de maniobra para efectuar alianzas y acuerdos.
El segundo golpe – el verdadero derechazo- que complementa al primero, busca concentrar recursos económicos para los barones del conurbano, que le organizan al gobierno actos en lugares cerrados por la escasa convocatoria que aseguran. Además, pretende desactivar su interminable disputa con “el campo” imponiendo el poder de la chequera de una manera desembozada.
Muchas dudas se ciernen sobre la creación y utilización de este fondo compuesto por el 30% de las retenciones, una de ellas plantea si el dinero irá a financiar las obras de los anuncios “federales” anteriores, o para otras nuevas. Todos los gobernadores aceptan el financiamiento en los tiempos que corren, pero dejan en claro –como Hermes Binner- que la medida es confrontativa y no resuelve los reclamos del sector agropecuario. Los agrava incentivando la “sojización” en desmedro de otros cultivos. De hecho la superficie sembrada de este año supera a la del año pasado.
Así, tanto las provincias petroleras como las intendencias del conurbano bonaerense recibirán “de arriba” dinero adicional y proveniente de provincias y municipios “sojeros”. El dinero del “yuyo” financiará la batalla electoral más importante del kirchnerismo. Una maniobra audaz e irritativa.
Como telón de fondo, la crisis mundial comienza a hacerse sentir en la caída de las exportaciones, el fracaso de los rimbombantes planes para consumo masivo –autos, heladeras, etc.- y la desaceleración de la economía, agravada por la incertidumbre que significa entrar de lleno en la campaña electoral. Al enfriamiento se le sumarán luchas gremiales por el mantenimiento del salario de estatales y docentes que empeorarán el humor social ya alicaído con respecto al gobierno y un segundo asalto con las entidades ruralistas y sus bases que siguen sufriendo el desplante del peronismo gobernante.
El 29 de junio
Si octubre era la derrota segura, junio es tan solo una luz de esperanza para el gobierno que se asustó cuando la oposición reunió 108 diputados para tratar un proyecto de ley para reducir las retenciones. Si esta acción política habría motorizado el Fondo Federal Solidario, ¿cómo actuará el gobierno con un Poder Legislativo menos favorable que el actual? El piquetero Emilio Pérsico ya amenazó con una renuncia de la presidente y “que gobierne Cobos”, como una forma de instalar que la consigna es: “Kirchner o el caos”, viejo apotegma peronista utilizado por Carlos Menem quien se presentaba como el único capaz de garantizar el imperio de la convertibilidad, en la década de los noventa.
De manera que, a partir del 29 de junio, el gobierno agregaría a sus conflictos uno relacionado con la legitimidad vs. legalidad, en virtud de que los diputados electos recién asumirán en diciembre, momento en que la composición de las Cámaras se ajustará a lo decidido en junio por la voluntad de los electores. Este dilema no se hubiera producido con el cronograma que indicaba la ley electoral del año 2004 unificando las elecciones.
No acordar, no negociar, no consensuar, sigue siendo el lema del kirchnerismo, tal como se ve en la batalla sin cuartel con “el campo”; en plantear una Ley de Radiodifusión en diversos “foros sociales” en vez de llevarla al Congreso; en otorgar mercedes en tiempos electorales. Esta estrategia destructiva, que hoy coloca al país al borde de situaciones violentas es la que le permite al gobierno arrogarse todos los laureles de la victoria. ¿qué hará con las hortigas de la derrota?
La oposición en su laberinto
Muchos opositores están tentados de formar un frente antikirchnerista, unidos por su aversión y por la oportunidad electoral que eso propicia. Sin embargo, esa fórmula no sería eficaz en esta oportunidad porque la sociedad argentina no está en condiciones de aceptar sólo un espíritu “contrera”, necesita una oferta de ideas y proyectos que estén más allá de la mera rivalidad con un gobierno que la lleva al fastidio. Un “rejunte” no garantiza un buen gobierno ni contribuye al fortalecimiento de la institucionalidad. Tampoco disipa las dudas sobre la gobernabilidad frente a la magnitud de la crisis que desafia a la sociedad argentina.
Por esta razón, la UCR la CC y el Socialismo continúa dialogando para conformar una oferta electoral que se diferencie del PRO y del llamado peronismo disidente, que discute más en torno a las candidaturas que sobre ideas. Por su parte, Mauricio Macri, Eduardo Duhalde, Francisco De Narváez y Felipe Solá, parecen estar dispuestos –si concilian sus aspiraciones personales- a formar la nueva piel del peronismo post kirchnerista.