por Svenja Blanke
La crisis global afecta a México más que a cualquier otro país de América Latina debido a su extrema dependencia de Estados Unidos. Las inversiones y las exportaciones disminuyen, lo que golpea a los estados del norte, y las remesas bajan, lo que afecta a los sectores más pobres del sur del país. En este contexto, la reacción del gobierno ha sido ambigua: aunque se anunciaron varios planes, muchos de ellos, como el de infraestructura, pudieron ejecutarse solo parcialmente, debido a problemas burocráticos y de implementación. El artículo sostiene que, más allá de esta dura coyuntura, México arrastra algunos problemas estructurales, como una baja carga tributaria o una excesiva dependencia de los ingresos petroleros, que si no se enfrentan difícilmente contribuyan a alcanzar un desarrollo de largo plazo.
La crisis global afecta a México más que a cualquier otro país de América Latina debido a su extrema dependencia de Estados Unidos. Las inversiones y las exportaciones disminuyen, lo que golpea a los estados del norte, y las remesas bajan, lo que afecta a los sectores más pobres del sur del país. En este contexto, la reacción del gobierno ha sido ambigua: aunque se anunciaron varios planes, muchos de ellos, como el de infraestructura, pudieron ejecutarse solo parcialmente, debido a problemas burocráticos y de implementación. El artículo sostiene que, más allá de esta dura coyuntura, México arrastra algunos problemas estructurales, como una baja carga tributaria o una excesiva dependencia de los ingresos petroleros, que si no se enfrentan difícilmente contribuyan a alcanzar un desarrollo de largo plazo.
The global crisis affects Mexico more than any other country in Latin America due to its extreme dependence on the United States. Investments and exports have shrunk, hitting the northern states, and the remittances have fallen, affecting the poorest sectors in the south of the country. In this context, the government’s reaction has been ambiguous: although various plans have been unveiled, many of them, like the infrastructure plan, have only been partially carried out, due to problems with bureaucracy and implementation. The article maintains that, beyond this difficult situation, Mexico is dogged by structural problems, such as the low tax burden and the excessive dependence on oil income, which if left untackled will hinder long term development.