por Andrés Santana Leitner
Las elecciones generales bolivianas de 6 de diciembre de 2009 se desenvuelven en un contexto muy especial: son las primeras con la Nueva Constitución Política del Estado boliviano, las primeras en las que un presidente puede repetir mandato, las primeras en las que se aplica el nuevo padrón biométrico y las primeras en las que se ha instituido la posibilidad del voto desde el extranjero.
Los temas fundamentales de esta campaña van más allá de la simple diferencia de votos entre el Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales y sus competidores. Un objetivo electoral central de la oposición es evitar que Morales sea proclamado presidente en la primera vuelta. Por su parte, un objetivo electoral clave para el MAS es obtener algunos apoyos adicionales en el oriente que le permitan alcanzar la mayoría no sólo en el Congreso sino también en el Senado.
Las elecciones generales bolivianas de 6 de diciembre de 2009 se desenvuelven en un contexto muy especial: son las primeras con la Nueva Constitución Política del Estado boliviano, las primeras en las que un presidente puede repetir mandato, las primeras en las que se aplica el nuevo padrón biométrico y las primeras en las que se ha instituido la posibilidad del voto desde el extranjero.
Los temas fundamentales de esta campaña van más allá de la simple diferencia de votos entre el Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales y sus competidores. Un objetivo electoral central de la oposición es evitar que Morales sea proclamado presidente en la primera vuelta. Por su parte, un objetivo electoral clave para el MAS es obtener algunos apoyos adicionales en el oriente que le permitan alcanzar la mayoría no sólo en el Congreso sino también en el Senado.
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