mardi 15 février 2011

Argentina. "LA POLÍTICA AL RITMO DEL AÑO ELECTORAL"

por Escenarios alternativos

El verano, muchas veces, ha sido en nuestro país momento de acontecimientos políticos fuertes. Sin embargo, ya promediando el estío, las únicas acciones que mueven las piezas sobre el damero son los posicionamientos de los candidatos, precandidatos y aspirantes a competir en este año electoral que comenzará el 13 de marzo en Catamarca y cerrará –luego de un auténtico raid - el 30 de octubre con la votación a presidente. Como telón de fondo se distinguen dos asuntos que preocupan y un tercero que, no por menos visible, afectará el futuro mediato de los argentinos. Los primeros son: los casos de inseguridad y anomia registrados en los últimos días, mezcla de la dura condición social de amplios sectores de la sociedad y un clima enrarecido desde que asumió la ministra Nilda Garré en su flamante cartera, presuntamente provocados por el malestar en las fuerzas de seguridad; y la inflación, seguramente acicateada por la puja distributiva en un año electoral, combinación nociva para abonar el terreno al tercer asunto: el agotamiento del llamado “modelo” económico del kirchnerismo.

Los asaltos a personalidades, los disturbios del parque Indoamericano, otra decena de tomas, el asalto al tren descarrilado en José León Suarez – que traerá consecuencias políticas entre Scioli y el gobierno nacional-, junto a los datos sociales ilustran, uno reflejado en el otro, las enormes dificultades que se enfrentan para superar los problemas de pobreza, desigualdad y marginalidad. La tasa de pobreza asciende a 12% de la población total en los cómputos oficiales pero sube al 23% si se utilizan para el cálculo los verdaderos precios de la Canasta Básica Alimentaria, que duplican a los registrados por el inverosímil INDEC. Ese porcentaje se traduce en 9,3 millones de compatriotas que viven en esa condición, con una alta proporción de jóvenes. La indigencia, que en los datos oficiales es de apenas 3%, en las estimaciones privadas trepa al 8% de la población. Ocho años de crecimiento a “tasas chinas” fueron suficientes para retrotraer los indicadores a los valores previos a la crisis del 2001, pero insuficientes para entregar una mejora apreciable. Esto sugiere que las raíces del fracaso deben buscarse en causas que no sean la falta de recursos - en el período 2003-2010 el gasto público consolidado se incrementó en una cifra equivalente a 10% del producto - para políticas sociales o el desempleo abierto, sino en la falta de gestión. No cabe duda que el “modelo” está en crisis desde el año 2008 a partir del cual se ha conformado con ser un “modelo de contención” más que uno de desarrollo, tal como lo permitieron el dólar competitivo, y los superávit gemelos, variables favorecidas por la devaluación del 2001 y la apreciación internacional de las materias primas, más que por la decisión política del kirchnerismo.

En este marco, la Asignación Universal por Hijo – propuesta por la CTA, acompañada por la oposición en el Congreso y resistida durante años por el kirchnerismo – es la piedra angular del modelo de contención social. Políticas como la AUH fueron exitosas en muchos países de la región en los últimos 15 años. El caso de Brasil quizás sea el más reconocido. El presidente Luis Inacio Da Silva alentó y profundizó un programa social que había sido gestado durante la administración de su antecesor Fernando Henrique Cardoso.

Los pilares fisurados

El “modelo” económico kirchnerista tiene las tres patas mencionadas con serias fisuras. El dólar competitivo dejó de ser un incentivo para pequeños y medianos empresarios que motorizaron la reactivación post crisis del 2001, al punto de que la Argentina padece una inflación en dólares apenas morigerada por la depreciación internacional de la moneda norteamericana. Por su lado, la balanza comercial registra un inquietante aumento de las importaciones a las que Guillermo Moreno combate frenando la importación de autos de alta gama y utilizando otros métodos para arancelarios – y los propios – para aplacar otros rubros. Esto se refleja en un menor superavit comercial y en una clara tendencia a la desaparición del saldo positivo en la cuenta corriente en un año en el que habrá que desembolsar unos 7000 millones de dólares en concepto de intereses por el pago de la deuda externa. En definitiva, las arcas públicas van a sufrir como nunca, con una inflación sostenida que corre el riesgo de incrementarse aún más porque el gobierno, que nunca desalentó el consumo, no lo hará justo en un año electoral. En ese sentido, nos es insensato pensar que cuando la presidenta insta a “profundizar el modelo”, en realidad convoca a ahondar los problemas que aquejan a su “modelo”.. Otro aspecto fundamental del modelo kirchnerista ha sido la médula política que Néstor Kirchner proveía y que hoy se extraña horrores entre el huérfano núcleo duro que rodea a Cristina - y que depende de ella para seguir en el poder o para no ir a los estrados judiciales después del 2011. Ese núcleo que tiene al sobreactuado canciller Héctor Timerman haciendo declaraciones disparatadas, sabe que ni Daniel Scioli, ni otro condidato del PJ tendrá piedad con ellos.

El tiempo de la política

Con el sustrato de la Argentina verdadera que el gobierno prefiere pensar rebosante de consumo y ebria de progreso, la lucha por el poder tiene al panperonismo en plena ebullición. El anuncio de Mauricio Macri lanzado a la presidencial, dejó en manos de Gabriela Michetti y Horacio Rodríguez Larreta la interna por la fastidiosa CABA, y disparó en Daniel Scioli la necesidad de definir su postulación 2011. El mismo efecto que provocó la UCR sobre el llamado peronismo federal. En ambos casos las dudas son más fuertes que las certezas, aunque el motonauta tiene mucho más crédito que todos los referentes rejuntados del peronismo federal, y hasta mejor imagen que la presidente. El rejunte federal tiene a la cabeza a un atribulado Eduardo Duhalde que no remonta en las encuestas y que no pudo convencer ni a Felipe Solá ni a Mario Das Neves de ir a las internas partidarias, tal como hizo la UCR. El empresario Francisco De Narváez vaga de Reutemann a Macri en busca de alguna orientación para mantener un caudal de votos que será tan efímero como la fama de su clon televisivo.

Con algunas decisiones tomadas de los actores políticos no parece probable que Cristina Kirchner permanezca en el juego de las escondidas y tenga que definir su candidatura, por lo menos en marzo. Ya no tiene la fórmula “pingüino o pingüina” y el futuro presenta límites que le harían dudar sobre qué dirección tomar en vistas a octubre. Mientras tanto, su entorno elucubra estrategias que incluyen las hoy ilegales “colectoras” y la promoción del diputado Martín Sabattella como candidato a gobernador para asustarlo a Scioli.

En la oposición, la UCR ha planteado –luego de tomar la iniciativa política ya mencionada- una elección interna de la que surgirá el candidato presidencial. Ricardo Alfonsín o Ernesto Sanz podrían, en agosto, esperar a que Julio Cobos se decida a la interna abierta obligatoria, aunque pareciera que el vicepresidente ya habría gastado el capital político que ganó con su histórico desempate cuando “la 125”. Un ejemplo claro de que la construcción partidaria sigue siendo crucial para plantear a la sociedad políticas públicas basadas en el consenso y no en el ascenso de figuras mediáticas o de circunstancial relumbre público. La interna radical tendrá la capacidad de movilizar a propios y extraños en torno a sus candidatos, recuperando la militancia y el interés general que despiertan estas contiendas de las que saldrá un candidato más conocido (Sanz) u otro reafirmando su genealogía (Alfonsín).

Publicado el 10/02/2011 por Escenarios Alternativos

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