La compleja situación de México en materia de seguridad, derivada de los nefastos efectos del narcotráfico y la delincuencia organizada, sigue ahondándose día a día tras el secuestro de Diego Fernández de Cevallos, ex candidato presidencial del gobernante Partido de Acción Nacional (PAN), así como el asesinato por sicarios de unas 4.000 personas en lo que va corrido del año. Lo anterior genera gran preocupación dentro y fuera del país, mientras aumentan las críticas al manejo que le ha venido dando el actual gobierno.
Texto completo del editorial de El Espectador:
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