por Nelly Arenas
Summary. Venezuela is a rentier country, in the sense that its principal resource, oil, generates an income that does not have a productive counterpart. Although in the beginning the oil income made the democratic programme viable, the collapse of the rentist model at the end of the 1970s translated into a democratic crisis too. Hugo Chávez rode over this crisis, and once in power not only didn’t correct, but exacerbated, the most negative features of this economic design, and added a populist management of power which, far from improving, has deteriorated the quality of democracy in Venezuela.
Resumen. Venezuela es un país rentista, en el sentido de que su principal recurso, el petróleo, genera un ingreso que no tiene contrapartida productiva. Aunque en un comienzo la renta petrolera viabilizó el programa democrático, el colapso del modelo rentista a fines de los 70 se tradujo también en una crisis de la democracia. Sobre esta crisis se montó Hugo Chávez, quien una vez en el poder no solo no corrigió, sino que exacerbó los rasgos más negativos de este diseño económico, y les sumó un manejo del poder populista que, lejos de mejorar, ha deteriorado la calidad de la democracia en Venezuela.
Publicado en Nueva Sociedad, 229.
Leer más: http://www.nuso.org/upload/articulos/3724_1.pdf
Summary. Venezuela is a rentier country, in the sense that its principal resource, oil, generates an income that does not have a productive counterpart. Although in the beginning the oil income made the democratic programme viable, the collapse of the rentist model at the end of the 1970s translated into a democratic crisis too. Hugo Chávez rode over this crisis, and once in power not only didn’t correct, but exacerbated, the most negative features of this economic design, and added a populist management of power which, far from improving, has deteriorated the quality of democracy in Venezuela.
Resumen. Venezuela es un país rentista, en el sentido de que su principal recurso, el petróleo, genera un ingreso que no tiene contrapartida productiva. Aunque en un comienzo la renta petrolera viabilizó el programa democrático, el colapso del modelo rentista a fines de los 70 se tradujo también en una crisis de la democracia. Sobre esta crisis se montó Hugo Chávez, quien una vez en el poder no solo no corrigió, sino que exacerbó los rasgos más negativos de este diseño económico, y les sumó un manejo del poder populista que, lejos de mejorar, ha deteriorado la calidad de la democracia en Venezuela.
Publicado en Nueva Sociedad, 229.
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