por Lorena Ferraro L./ La Nación
Citando con solemnidad a Patricio Aylwin -ex Presidente al cual ha puesto como referente de lo que espera sea su próxima administración-, el Presidente electo, Sebastián Piñera, presentó ayer en público a sus futuros ministros.
Citando con solemnidad a Patricio Aylwin -ex Presidente al cual ha puesto como referente de lo que espera sea su próxima administración-, el Presidente electo, Sebastián Piñera, presentó ayer en público a sus futuros ministros.
En una ceremonia marcada por la solemnidad, Piñera utilizó una fracción de su extensa alocución para rememorar el legado de Aylwin y establecer que la tarea de su futuro gabinete será similar a la que guió al Mandatario DC hace dos décadas.
“Hace 20 años, cuando la transición a la democracia estaba dando sus primeros pasos, el entonces Presidente interpretó bien el mandato que había recibido del pueblo soberano; y dijo, lo que Chile nos pide es conservar lo bueno, corregir lo malo y mejorar lo regular. Hoy día, dos décadas después, cuando damos inicio a una nueva transición, quiero recordar y hacer mías las palabras del ex Presidente, de que no estamos partiendo de cero”, dijo Piñera.
Pocos después, el empresario detallaba que el “equipo humano” que escogió para encabezar esta tarea es un grupo marcado por la “excelencia, una sólida formación e intachable trayectoria académica, profesional y política”.
En su mayoría, los futuros ministros del Presidente electo responden a un estereotipo similar. Cursaron estudios en prestigiosas universidades nacionales y extranjeras, son seguidores de corrientes religiosas vinculadas al catolicismo y han trazado vastas y exitosas carreras en el mundo privado.
Por ello desde la Concertación hablaron de “gabinete de empresarios” y el analista Patricio Navia sentenció vía Twitter: “Gabinete de los gerentes y amigos. Faltó peso político y diversidad”.
Agregó que “este equipo estaría súper bueno para dirigir Lan o una gran empresa”. Y selló: “Si los países fueran empresas, podríamos vender y comprar nacionalidades. Me temo que Piñera no está entendiendo”.
Los 22 seleccionados por Piñera responden a códigos profesionales y técnicos por sobre una orgánica partidaria.
Si bien una cantidad considerable posee militancia política o se considera independiente pro Alianza, pocos se han desempeñado en la primera línea: Joaquín Lavín (ex alcalde y presidenciable); José Antonio Galilea (ex diputado de RN) y Ena von Baer (candidata al Senado en la última elección), por citar algunos.
En términos sustanciales, el futuro Mandatario escogió para su círculo más estrecho a personeros de su total confianza, conocedores y partícipes del programa de gobierno.
En ese bloque calzan a plenitud Rodrigo Hinzpeter (Interior), Cristián Larroulet (Segpres), Felipe Larraín (Hacienda) y Ena von Baer (Segegob) -aunque ésta se integró después al trabajo de comando-.
Mientras todos aquellos nombres figuraban desde hace tiempo en la nómina de eventuales secretarios de Estado, la sorpresa de la jornada la provocó la nominación del ex ministro DC Jaime Ravinet como futuro titular de Defensa. A través de esta designación, Piñera buscó dar una imagen de transversalidad.
Por cierto, con entero orden en sus filas, el futuro Mandatario colocó a ocho miembros de la UDI y RN en el gabinete, repartidos en partes iguales.
Lo que no garantiza que en los próximos días surjan reclamos o comentarios negativos a partir de personeros emblemáticos de la derecha que quedaron fuera de este “gabinete histórico”.
Publicado en La nación, Santiago de Chile, 10 de febrero de 2010.
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